Poder calentar la piscina con placas solares da como resultado el poder usar una piscina climatizada en estaciones frías como otoño e invierno.
Instalando un sistema de placas solares en la piscina te reportará una doble ventaja: el agua siempre se mantendrá a una temperatura agradable y el disfrute de la piscina se alargará durante todo el año.
Además, calentar el agua por medio de la energía fotovoltaica en vez de con gas es más eficiente y ecológico. Una alternativa menos contaminante y también más económica.
Con el uso de placas solares disfrutaremos de un ahorro energético y colaboramos con el consumo responsable con el planeta.
Tabla de contenidos
ToggleSe trata de la energía que utiliza el calor del sol para calentar agua.
Usando estas placas solares se puede ahorrar alrededor del 70% de la energía consumida en el acto de calentar agua.
Aún no es demasiado frecuente el uso de energía solar en comunidades de vecinos, pero sí en viviendas unifamiliares, sobre todo segundas viviendas.
Para poder calentar el agua de la piscina son necesarios paneles solares capaces de capturar el calor del sol transmitiéndole al agua de la piscina.
Estas placas solares se instalan cercanas a la piscina y de frente al sol. Su funcionamiento es muy simple:
Son los más comunes en el ámbito residencial debido a sus buenos precios y a que son altamente eficaces para el entorno doméstico.
Son óptimos para instalaciones de alta exigencia. Cuentan con un extraordinario rendimiento y por supuesto, su precio es bastante más alto.
Este tipo de paneles solares son muy requeridos para calentar las piscinas que se encuentran al aire libre. Al utilizarlos con este objetivo, tienen un precio muy asequible.
Cuestiones a tener en cuenta:
Temperatura: los expertos aconsejan determinadas temperaturas concretas para el agua de la piscina, pero en la práctica se convierte en una decisión personal dependiendo cada uno.
Humedad ambiental: la humedad del aire incide de manera directa en la percepción de la temperatura. Cuando hablamos de piscinas exteriores hay que contar con la velocidad del viento.
Teniendo esto presente, una colocación concreta de los elementos que corrijan las diferentes corrientes de aire como pérgolas o toldos o vegetales, tienen influencia directa en las condiciones ambientales.
Volumen: es algo muy importante a tener en cuenta, puesto que, conociendo la cantidad de aire, podremos averiguar la potencia y el consumo que necesita la piscina para alcanzar la temperatura óptima.
Material: saber con qué tipo de materiales ha sido construida la piscina será de mucha utilidad a la hora de escoger con éxito el sistema adecuado para calentar el agua y también saber cuál es el mejor modo de garantizar la temperatura.
Cubierta: Por último, has de saber si tu piscina tiene algún tipo de cubierta.
Estas ayudan a mantener la temperatura del agua, evitando la pérdida de calor, haciendo que la potencia requerida para calentar sea menor. Hay diferentes tipos, como las de lona o las telescópicas, dependiendo de las necesidades de la piscina.
Para determinar la cantidad de paneles solares adecuado, hemos de atender a diferentes factores.
En el caso de que tu vivienda se encuentra en la zona norte de la península, como es Euskadi, las placas han ocupar alrededor de tres cuartos de la superficie de la piscina.
Sin embargo si te encuentras en el sur de España, la necesidad de placas se reduce porque al haber más calor y mayor rendimiento, solo será necesario cubrir la mitad de la piscina.
Otra manera de calcular la cantidad de paneles solares necesarios es:
0,3 m°C de paneles por metro cúbico de agua y multiplicarlo por el volumen de agua de la piscina
Si te decides colocar una manta térmica por la noche se notará el ahorro y conservación del calor almacenado durante el día.
En cuanto a dónde colocar los paneles solares, lo habitual es instalarlos en azoteas y tejados, pudiendo también ser puestas en fachadas. Lo óptimo es orientarlas hacia el sur.
Sea como sea, hay que evitar objetos que obstaculicen la radiación. La mejor inclinación es de 45°.
Los precios para calentar una piscina con paneles solares son relativamente económicos.
No es una inversión exagerada la que se requiere para disfrutar de una temperatura estable en pequeñas piscinas comunitarias o unifamiliares.
No es necesaria la utilización de intercambiadores de calor o depósitos de acumulación puesto que el agua de la piscina circula con la fuerza que le impulsa la bomba.
Hay que sumar un par de sondas de temperatura y un cuadro de mandos central para manejar la instalación.
El precio de un sistema de calefacción mediante paneles solares va en función de las dimensiones de la piscina, el flujo del agua y la clase de placas instaladas.
Para hacernos una idea, los precios se mueven entre los 2.000 € y los 2.500 € para calentar piscinas de alrededor de 20 m2 llegando hasta los 5.000 € en piscinas de 50 m2.
En resumen, el precio depende de múltiples factores, pero calculando por encima, incluyendo las placas solares, conexiones y válvulas, y dependiendo de algunos factores extra, el precio podría rondar aproximadamente los 5.000 €.
Los materiales propicios suelen ser de caucho o plástico (polietileno o polipropileno), sin necesidad de ningún tipo de cubierta o material que aísle. La placa solar queda prácticamente desnuda.
En el caso del uso de paneles convencionales de absorbedor metálico, no hay que olvidarse de que el cobre solo es aceptable cuando el pH del agua se encuentre entre 7.2 y 7.6. Nunca son recomendables las chapas de hierro y aluminio.
Estas son las indicaciones que deben presentar estos sistemas de control:
Los paneles solares han de ser colocados de tal modo que durante el periodo en que son usados, la instalación pueda aprovechar al máximo la radiación solar. Es por eso que normalmente son orientados hacia el sur.
Una desviación de alrededor del 10% no afectaría prácticamente nada al rendimiento final.
Otro factor importante además del de la orientación es del ángulo de inclinación de los paneles solares respecto al plano horizontal.
Las placas han de inclinarse de manera que los rayos del sol caigan de modo perpendicular a las 12 del mediodía. Este ángulo depende del tipo de uso que se le dé a la instalación solar.
Las desviaciones de +/-10% sobre el ángulo afectan al rendimiento de manera mínima.
Cuando topamos a los tejados a dos aguas nos encontramos el problema de la imposibilidad de mantener la orientación adecuada para los paneles y por lo tanto las pérdidas deberían ser compensadas aumentando la superficie de estos paneles.
Los captadores no cuentan con cubierta debido a que la temperatura a la que trabajan nunca excederá de los 30°, por lo tanto, las pérdidas son mínimas y no requieren de aislamientos ni cubiertas.
De esta manera se reduce sensiblemente el presupuesto de la instalación final sin que el rendimiento baje.
En los paneles que funcionan a una temperatura baja, el rendimiento es a veces incluso superior al de los paneles que cuentan con cubierta.
El caudal que circule por el colector debe rondar los 300 litros/hora por m² de placa en el caso de piscinas de tamaño reducido, pudiendo incluso bajar hasta 150 litros/hora en instalaciones de mayor envergadura.
De esta manera se consigue que la temperatura de los paneles aumente de los 30° y asegure una alta eficiencia. Sea como sea, no es tampoco obligatorio alcanzar esta temperatura puesto que los grados ideales del agua rondan los 25-28° C.
En los casos en que se use la bomba de depuración para empujar el agua a través del sistema, es necesario comprobar que tiene suficiente potencia para aportar el caudal de agua que se necesita, atendiendo a los datos de pérdida que marca el fabricante.
Obviamente las placas solares son el mejor recurso para calentar la piscina mediante la energía solar, más aún en zonas como la mediterránea o la del sur de España, pero también existe otra alternativa o complemento para calentar la piscina con otro método:
Mantas solares: funcionan de manera muy parecida a los cobertores.
Las mantas se ponen sobre la piscina recogiendo energía solar y compartiéndola con el agua. Funcionan también como aislante para que el agua no se evapore y garantizar con ello mantener la temperatura.
Las placas solares no precisan de un mantenimiento exigente pero sí ha de ser de manera adecuada para poder alargar la vida útil de la instalación.
Limpiar la superficie de los paneles mediante un trapo húmedo, una fregona y jabón, para eliminar restos de pájaros o polvo.
Purgar la instalación evitando así que se creen bolsas de aire que compliquen la circulación del agua.
Limpiar por dentro los conductos para evitar que pequeños objetos o suciedades bloqueen las vías de transición.
Inspeccionar de manera ocular los otros elementos de la instalación para comprobar que no se hagan rajas, agujeros o fugas. Siempre existe también la opción de contar con el trabajo de profesionales de mantenimiento de instalaciones de placas solares.
Y para finalizar, simplemente recordar que una instalación térmica puede cubrir entre el 60% y el 70% del consumo al año de energía en cuanto a agua caliente, por el simple hecho de aprovechar la energía no contaminante, infinita e inagotable que nos proporciona el sol.
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