Las instalaciones fotovoltaicas tradicionales se llevan a cabo en tejados con el objeto de dotar de energía a los hogares. Pero yendo más allá de este concepto, las plantas fotovoltaicas tienen como función la producción de energía a gran escala.
¿Cual es el problema con estas plantas? Que precisamente por su naturaleza maximalista, necesitan de grandes extensiones de terreno, normalmente rural, para poder llevarse a cabo, con el impacto que ello puede tener en la flora y fauna del emplazamiento elegido.
Una de las grandes ventajas que tienejn las energías limpias es precisamente su bajo impacto medioambiental, por lo que este inconveniente es uno de los retos a superar si se quiere que las plantas de producción de energía solar a gran escala se conviertan en una alternativa viable.
Para ello se están proponiendo una serie de soluciones que minimicen el perjuicio que estas plantas fotovoltaicas puedan tener sobre los animales e insectos de la zona donde vayan a instalarse.
Entre estas medidas se proponen la instalación de nidales, la creación de charcas y lagunas para que los anfibios no vean afectado su hábitat, o incluso que se permita pastar a los rebaños para que puedan alimentarse de la vegetación que crece entre los paneles solares instalados.
Mientras todos estos problemas de impacto ambiental no tengan una respuesta clara, definida y eficiente, será complicado pensar en la generación de energía solar a gran escala y tendremos que conformarnos con las ventajas que nos ofrece a nivel particular las instalaciones fotovoltaicas domésticas.