Estamos en el año 2023, y el mundo necesita de un cambio radical en la forma en la que generamos y consumimos energía, un viraje de 180 grados que apunte hacia una manera más sustentable y amigable con el medio ambiente.
En ese caso, la energía fotovoltaica es una de las soluciones más efectivas para lograr la revolución verde, al tratarse de energía limpia, renovable y no contaminante.
El aprovechamiento de la fuerza de la naturaleza por parte del ser humano para producir energía es una práctica milenaria.
Pero, en las últimas décadas, con las consecuencias del cambio climático cada vez más presentes en todos los rincones del planeta, la tendencia hacia el autoconsumo energético ha sumado millones de adeptos.
Si bien se trata de una tecnología que se encuentra en pleno desarrollo, y a la que aún le resta avanzar hacia una mayor optimización para tornarla más masiva, la energía fotovoltaica se ha convertido en una alternativa indispensable a la hora de pensar en la generación de energía limpia tanto a nivel domiciliario como industrial.
Tabla de contenidos
TogglePara saber de qué se trata la energía fotovoltaica, primero debemos apreciar el contexto completo. Las energías renovables son todas aquellas fuentes energéticas que provienen de la naturaleza y que se renuevan al mismo tiempo que son utilizadas. Es decir, su consumo no afecta al medioambiente.
Las energías renovables más utilizadas y conocidas son la eólica (aprovecha la fuerza del viento), la hidroeléctrica (a partir de un uso sostenible del agua), la solar (a través de la captación de los rayos solares) y los biocombustibles (de origen agropecuario y hasta desechos orgánicos, como biomasa).
La principal característica es que, a diferencia de las energías convencionales, las energías renovables no utilizan combustibles fósiles, sino recursos naturales que tienen la capacidad para renovarse en forma ilimitada y que no generan emisiones de dióxido de carbono hacia la atmósfera, siendo una pieza fundamental en la reducción del efecto invernadero.
Dentro de las opciones existentes para la generación de energía solar, encontramos la energía fotovoltaica, la cual puede ser definida como la capacidad para convertir la luz solar en electricidad.
La transformación de la radiación solar en energía eléctrica, se logra a través de paneles fotovoltaicos mediante una instalación fotovoltaica.
Para decirlo en términos sencillos, estos paneles cuentan con celdas fotovoltaicas que captan las partículas de luz o fotones y estos, a su vez, liberan electrones que son dirigidos al circuito para generar electricidad.
Esta electricidad autogenerada a través de los paneles solares se puede consumir en forma directa en los hogares, empresas e industrias, pero también tiene la capacidad de ser almacenada en baterías para postergar su utilización en horarios nocturnos o para días en los que no haya una fuerte exposición solar.
El concepto de autoconsumo fotovoltaico es simple: se trata de personas, hogares, compañías, fábricas o dependencias gubernamentales, que utilizan la energía que se produce en instalaciones fotovoltaicas que se encuentran cerca del sitio de consumo.
Un ejemplo de autoconsumo fotovoltaico es una familia que instala paneles solares en el tejado de su casa para captar la luz natural y convertirla en electricidad, que luego se utilizará para encender focos de luz, alimentar la nevera o la televisión.
Existen dos tipos de autoconsumo fotovoltaico. Uno de ellos es el que produce más energía de la que puede consumir y, por lo tanto, genera un excedente.
Este sobrante se puede inyectar en la red pública de distribución eléctrica, obteniendo un rédito económico por ello. Es posible vender el excedente u obtener un descuento en las facturas de luz.
En estos casos, la fuente que genera la energía fotovoltaica no se encuentra conectada a la red pública y el 100% del consumo se produce en la casa o industria que la genera, ya sea en el momento o reservándola en baterías para utilizarla por la noche o en días nublados.
Cuando pensamos en la posibilidad de instalar paneles solares, debemos evaluar las ventajas y desventajas de inclinarnos por esta clase de energía renovable. Aquí veremos algunos de los puntos más destacados.
Te indicamos 4 aspectos positivos de los paneles solares:
Hablaremos de 4 puntos negativos a tener en cuenta antes de proceder con la instalación de paneles fotovoltaicos:
El cambio está en nuestras manos. Solo tenemos que hacer un esfuerzo para dirigirnos hacia un mundo más sostenible. Creemos que las ventajas, superan con creces los aspectos negativos de la energía fotovoltaica.
Belako2 Elkartegia
C. Luisene, 2. 48100. Mungia, Bizkaia
Tel. 946 224 781
geinor@geinor.com